FUERA ARIAS NAVARRO DEL PARQUE ALUCHE

Carlos Arias Navarro

¿Quién estará detrás del nombre que acompaña, en los paneles del Ayuntamiento, al conocido por todos como Parque Aluche?...Carlos Arias Navarro... quién será el que se esconde entre los pueblos de Toledo, de Seseña, de Valmojado, de Maqueda o de Tembleque, que rodean al parque...

Pues ni más ni menos que aquel que se dirigió a la nación allá por el año 1975, emocionado ante la pérdida, para anunciar que había muerto Franco. Resulta que era alcalde de Madrid cuando se planeó el parque, y fue el encargado de inaugurarlo el 27 de julio de 1973 cuando ya había dejado de ser el alcalde de Madrid para convertirse en el ministro de Gobernación del gobierno de Carrero Blanco, mano derecha del dictador.

Este que conocemos muchos por imágenes de viejo apocado fue fiscal militar en Málaga, después de acabar la guerra civil, donde se ganó a pulso el apelativo de “El Carnicero de Málaga”. Por sus méritos en el campo de la represión se convirtió en el Director General de Seguridad en 1957, ocupando el cargo hasta que se convirtió en alcalde de Madrid. Su carrera siguió a más en la dictadura fascista del general Franco, dejó el cargo para convertirse en ministro de Gobernación, y finalmente, después de que Carrero Blanco volase por los aires, Franco le nombraba presidente de su XIV gobierno el 3 de enero de 1974.

En estos tiempos, en el agonizante régimen fascista, regresaban las ejecuciones que nunca se fueron como forma criminal de afianzarse en el poder. Con él como presidente fueron ejecutados el 2 de marzo de 1974 el anarquista Salvador Puig Antich, militante del Movimiento Ibérico de Liberación (MIL), y el apartida polaco Heinz Chez; ya en 1975 morían ejecutados dos militantes de ETA y tres del Frente Revolucionario Antifascista Patriótico (FRAP).

Cuentan que ante las protestas que no dejaban de llegar de todos los puntos del mundo después de estas últimas ejecuciones, de las manifestaciones en contra del régimen fascista español, de los asaltos a embajadas españolas en ciudades europeas, de las llamadas a consulta de embajadores europeos en España, de la petición de una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para pedir la expulsión de España de los organismos internacionales...después de eso, nuestro simpático carnicero era capaz de arrancar unas lagrimillas del entrañable torturador, entrañable dictador, Francisco Franco, cuando ante “la innoble agresión exterior”, llamaba a la población a participar en la “exaltación de la Jefatura del Estado” en la Plaza de Oriente de Madrid.

“Españoles. Gracias por vuestra viril adhesión y por esta serena y digna manifestación pública que me ofrecéis en desagravio a las acciones de que han sido objeto nuestras representaciones...en Europa, todo obedece a una conspiración masónica e izquierdista en la clase política, en contubernio con la sublevación comunista en lo social, que si a nosotros nos honra a ellos les envilece”. Palabras de Franco, desde el balcón del palacio, 1 de octubre de 1975.

El 20 de noviembre de 1975, Franco muere en la cama; Arias Navarro presenta su dimisión, pero el nuevo jefe de Estado, el monarca Juan Carlos I de Borbón le pide que siga, siguiendo los consejos de la familia Franco, de los consejeros del Reino y del Cardenal Tarancón. Arias Navarro formaría parte del conocido como El Bunker, el grupo más reaccionario, más fiel al “legado” franquista, y enemigo de cualquier cambio. Cuando una oleada de huelgas y manifestaciones exigen Amnistía y Libertad y pone contra las cuerdas al gobierno, el viejo carnicero echa la culpa de estos sucesos a los jueces, a la prensa, a la Iglesia y al “erotismo que lo invade todo” (sic).

El 1 de julio de 1976 Carlos Arias Navarro presenta su dimisión y es sustituido por Suárez. Al abandonar el gobierno le conceden el título de Marqués por sus desvelos por la patria. Posteriormente se pasa a las filas de Alianza Popular (AP) y se presenta a las primeras elecciones, sin conseguir carta de senador. Así, desaparece de la vida política hasta su muerte en 1989.

Tachán, tachán, este es el personaje al que se rinde homenaje con el nombre de nuestro Parque Aluche. Un nombre que tratan de promocionar oficialmente, cuando por todos es conocido como Parque Aluche. Por el cambio de nombre de nuestro parque, por recordar la historia, por desenmascarar a torturadores y fascistas homenajeados por sus pupilos.

¡¡¡FUERA FASCISTAS DE CALLES Y PLAZAS!!! ¡¡¡FUERA ARIAS NAVARRO DEL PARQUE ALUCHE!!!